Museo del Tango "Roberto Firpo"

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Caminito





La Boca | Caminito

Letra escrita por Gabino Coria Peñaloza, inspirado en un sendero rural que nacía en la Plaza Central del pueblo de Oltra (provincia de la Rioja) donde Gabino se había enamorado de una profesora de música del lugar, de nombre María, con la que mantuvo un apasionado romance.

Los familiares de María en desacuerdo con esta relación amorosa, la enviaron a otro pueblo. Gabino, muy dolido, escribió los versos del caminito, por donde se paseaba su amada y que ahora fue testigo y recuerdo de ese amor imposible.

A más de mil kilómetros de Oltra, en una vía de circulación de trenes de carga en el puerto de “La Boca”, existe un lugar conocido como “La Curva”, que cuando dejó el ferrocarril de circular, se convirtió en un “Caminito” por donde Filiberto caminaba todos los días a un taller mecánico a trabajar.

En uno de esos días ve a una joven que lo inspiró sobre su nueva melodía tanguera.

Gabino frecuentemente viajaba a Buenos Aires y allí es que conoce a Benito Quinquela Martín, quien luego le presenta a Filiberto haciéndose amigos mutuamente. Pasado un tiempo Filiberto le comenta que había creado un tango inspirándose en su trayecto de camino a La Boca; le pidió entonces que le hiciera letra para esa música en cuestión.

Gabino le contesta recitándole los versos por él escritos sobre su amor en “Oltra”. De esta manera con más de veinte años de diferencia, se unen la música y la letra para formar este popular y famoso tango “Caminito”.

Caminito que el tiempo ha borrado,
que juntos un día nos viste pasar,
he venido por última vez,
he venido a contarte mi mal.
Caminito que entonces estabas
bordado de trébol y juncos en flor,
una sombra ya pronto serás,
una sombra lo mismo que yo.

Desde que se fue
triste vivo yo,
caminito amigo,
yo también me voy.
Desde que se fue
nunca mas volvió,
seguiré sus pasos,
caminito, adiós.

Caminito que todas las tardes
feliz recorrías cantando mi amor,
no le digas si vuelve a pasar
que mi llanto tu suelo regó.
Caminito cubierto de cardos,
la mano del tiempo tu huella borró;
yo a tu lado quisiera caer
y que el tiempo nos mate a los dos.



Letra: Gabino Coria Peñaloza
Música: Juan de Dios Filiberto




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