Si bien, a comienzos de la década del ’20, el fútbol de Salto estaba en pleno desarrollo, con la existencia de varios equipos, incluidos Sports, Compañía y Defensores y muchos partidos disputados , todavía existían algunas dudas en cuanto a los perjuicios para la salud que podría implicar su práctica.
En la Revista Bohemia del 20 de setiembre de 1922 se publica esta nota, que hoy, nos parece por lo menos curiosa, acerca de los inconvenientes que puede generar la práctica del fútbol:
“Indudablemente el foot-ball es hoy uno de los deportes que más viva simpatía y mayor entusiasmo despierta dentro de la juventud masculina y, por ende, uno de los más difundidos en las naciones civilizadas.
El es un juego de ejercicio completo desde que, a la par de desarrollar notablemente los sistemas óseo y muscular mejora la función respiratoria y estimula muy útiles facultades cerebrales.
Sin embargo, no hay que pensar en que tales bondades sean absolutas y es, más que conveniente, necesario tener en cuenta su relatividad.
Siendo él un ejercicio verdaderamente violento y que, como tal, exige siempre un esfuerzo, su práctica no debe nunca recomendarse y ni siquiera tolerarse, en las personas que no han terminado su desarrollo físico natural o, si han llegado a ese punto, no se encuentren en goce de plena salud.
A ellos la práctica de este deporte les perjudicaría terminando por quebrantar irremediablemente su salud.
Luego, sólo debe aconsejarse este juego a los muchachos que tengan 18 años por lo menos y se sientan poseedores de una resistencia física, ya sea natural o adquirida por ejercicios suaves y paulatinos.
Muchachos que no os encontráis en tales condiciones; ¡no practiquéis el foot-ball porque él castiga fieramente los afanes injustos de la debilidad!”