Los Primeros Años de Defensores.
Recuerdos de Atilio José Patonieri
“Corría el año mil novecientos veinti... y la memoria me traiciona. Por esa época trabajaba en la casa Olivera (ubicada entre Olavarría y Suipacha); al término de mi jornada acostumbraba a pasar por alto la merienda porque me urgía la necesidad de picar para la cancha...la primera cancha...un potrero entre las calles Suipacha-Olavarría-Belgrano y Piedras.
Todos pateaban sobre el arco que daba a Suipacha y yo, purrete, cuidaba que la pelota no cayera sobre las plantas de cina-cina que cubrían la cuadra.
Zibecchi, Santos, Ferrer (que fabricaba mosaicos), eran algunos de los tantos trabajadores que en la secretaría alquilada en Suipacha y Centenario (B. Esperanza), escribían las primeras páginas de la historia del Club...
Paralelamente otro club se armaba en la esquina donde estaba el almacén de Coux... y Sports estaba fundado.
Recuerdo el primer partido contra el equipo de la Casa Brena, Defensores vs. Brena-House. Montero no jugaba ese día, faltó Díaz, fue el primer partido de Domingo Fasán que era un pibe todavía y se pasaba por debajo de las piernas de los jugadores... ¡Qué tarde! ¡Qué emoción! En el pecho se me juntaban tantas cosas que me quedaba chico.
Don Elías García, almacenero y primer utilero, cierta vez me dio 11 camisetas, tan solo 11, para un equipito propio que había armado. Nos batimos en una cancha donde Magnasco dejaba pastorear los caballos. . .que digo cancha, baldío..., pero para nosotros un estadio.
En el primer tiempo, íbamos perdiendo 1 a 0 y un golpe de suerte me hizo empatar con un gol desde la mitad de la cancha. El arquero era petiso. Cuando arrancó el segundo tiempo nos llenaron la canasta de goles, 12 o 13. A los 10, eché al arquero y me puse yo, me podía la impotencia y me hicieron 2 o 3 más.
No se usaban botines, eran caros y escasos. En primera sí los usaban, menos Arturo Vincielli (el único autorizado) que jugaba en alpargatas.
Julián García, padre de Elías García era secretario de administración, estaba en todo. El tenía una piecita al fondo de su propiedad donde vivía un viejo herrero que trabajaba en el campo y del cual me he olvidado nombre y apellido y en esa piecita guardábamos las camisetas y pelotas, había un escritorio, mesa y sillas.
... El fútbol era el motor que nos impulsaba a todos y seguíamos pateando, ahora en la segunda cancha-potrero delimitado por las calles Castelli, Belgrano, Piedras y Defensa.
En la sede, en frente se jugaba al truco, al mus y al chincuín, un juego que antes jugábamos en el almacén de Don García y que nosotros lo llevamos allí...
Jugué en primera un solo partido, era entonces secretario o tesorero Enrique Scagnetti que me compró un pantalón y una tricota blanca, me parece verme frente al espejo del ropero, fue el año en que fui a trabajar al campo a juntar maíz, tenía 18 años.
Esa tarde jugaban Pergamino vs. Salto y Defensores era preliminar, Cagiano me hizo un gol de penal, los dos éramos amigos, él era el capitán de Sports y yo el de Defensores.
...El fútbol fue siempre el domingo a la tarde, después de los ravioles o del asadito familiar: la Primera, La Intermedia, la Tercera y la Cuarta y el escenario deportivo ahora era la batea de la Mitre, junto a la de Sports, divididos por un alambrado...”
Revista 75 Aniversario del Club Defensores
Recuerdos de Atilio José Patonieri
Foto: “Antiguas Fotografías del Salto Argentino” (E. C. Virto – E. A. Scagnetti).