Orígenes | 1737, Guardia avanzada del Salto - | Saltonline

Orígen de la Defensa Territorial y del Pueblo.

“Libro de la filiazión y pagamentos que se hazen a los Ofiziales y demás soldados de la Compañía Invenzible nuebamente establezida y situada en el Salto del Río de los Arrecifes en el presente año de 1752”

1737 Guardia avanzada



El origen de la historia de Salto en lo que hace a la antigüedad en el conocimiento del lugar, nombre, ocupación y defensa territorial no significa asignarle –al menos por mi parte- ser el origen del pueblo propiamente dicho.

La distinción la destaqué al rememorar en el año 1987 los 250 años de los sucesos de 1737 y la existencia de una guardia avanzada para contener al indio.

En el Nº 234 del 6 de agosto de 1987 del semanario “Reseña” expresé lo siguiente: “En primer término debe quedar bien en claro que de ninguna manera en esta época a raíz de los hechos ocurridos existió o se formó una población agrupada en una aldea, villorio o caserío, y que dicha guardia o fortín ni se llamó “San Antonio” ni es la de los soldados blandengues que con su establecimiento en el mismo paraje quince años después dio origen al nacimiento del pueblo”.

La diferenciación la estimo necesaria para precisar conceptos y terminología pues bajo el título “origen del Salto” se confunden a veces ambas situaciones.


PERIODO 1745-1752: ¿FUNDACIÓN DE SALTO?


En el año 1745 se erigieron guardias y "fuertes de estacada" en las fronteras por el maestre de campo Juan de San Martín para la defensa de los pagos que llevaron a la practica proyectos de 1744 del regidor Juan de Eguía y el Alcalde de Hermandad Juan Ruiz de Arellano.

El mismo Juan de San Martín dijo en 1750 en un expediente de información judicial existente en el Archivo General de la Nación que "discurrió el construir en cada frontera de dicha jurisdicción un fuerte de estacada donde se mantuviese de guardia la gente".

También en dicho expediente el capitán de milicias Domingo Morales sostuvo que "se fabricaron fuertes y estacadas en cada frontera para que en cada una de ellos se mantengan como hasta el presente se está ejecutando, gente armada del mismo vecindario".

No se señala concretamente que en dicha época (1745) quedara destacada en el Salto una guardia de milicianos, no obstante lo cual no me cabe duda su existencia, pues la documentación dice que se estableció "en cada frontera", y naturalmente el Salto era la del pago del Arrecifes y uno de los lugares por donde se introducía el indio.

Igual presunción vierte el prestigioso historiador E. F. Sanchez Zinny para el pueblo de Monte.

En la portada de un pequeño expediente existente en el Archivo General de la Nación de 1752 se lee: “Libro de la filiazión y pagamentos que se hazen a los Ofiziales y demás soldados de la Compañía Invenzible nuebamente establezida y situada en el Salto del Río de los Arrecifes en el presente año de 1752”.

Sin perjuicio del empleo de la “z” y “nuebamente” con “b” no escapará al lector la importancia de esta palabra, pues ello denota precisamente el reconocimiento de una compañía existente y disuelta con anterioridad al año citado.

La mayoría de historiadores están con estos que hacia 1750 se produjo una deserción generalizada de milicianos por falta de remuneración y trabajo rudo y constante de vigilancia (cfr. R. Marfani).

La escasez de recursos y carecer el Cabildo y el Gobernador de facultades para crear impuestos especiales extraordinarios, tema central largamente debatido incluso entre teólogos, eclesiásticos, ahogaban los proyectos de crear compañías pagas a costa del erario público.

Por ello considero insuficiente las pruebas (por el momento) para asignar continuidad en el tiempo a las Guardias en el Salto anteriores a la de 1752.

Menos reconocemos tuvieran efectos pobladores en dicho lugar, ya que ninguna documentación hace alusión tan siquiera a un principio de población rural con cierto grado de concentración.

Estos dos requisitos, permanencia en el servicio de la guardia y efectos pobladores (directos y más o menos inmediatos) los estimo esenciales, toda vez que en caso de acreditarse ambos podría hacerse remontar el origen del pueblo hasta el año 1737 o 1738.

La deserción general de milicianos abrió brechas en la frontera y recrudecieron las invasiones indígenas en Salto (1749), Pergamino y Magdalena, cuando se estudiaban proyectos de un estanciero afectado del Río Arrecifes, Juan Francisco Bazurco en representación de vecinos y hacendados y se hacían oír los argumentos del teniente general Florencio Antonio Moreyras para convencer al gobernador de la creación de dos o tres compañías a sueldo de gente del país, a sufragar con fondos de la real hacienda.

Otras invasiones en 1751 terminan de convencer al gobernador de crear tres compañías y votar la aprobación de los impuestos extraordinarios.

Todos estos antecedentes los expuse en detalle con citas en el mencionado trabajo presentado en San Nicolás, y no es el caso aquí extenderse en este aspecto.




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