Orígenes | 1752, Nacimiento de Salto Argentino - | Saltonline

Nacimiento del Salto Argentino

Dice Juan Jorge Cabodi (ob.cit. pg. 84) “Vemos que todas las reales cédulas son coincidentes en la preferencia de fundar pueblos a establecer fuertes, siendo -¡cuando no!- de orden económico, la razón para que prevalezca aquel criterio. Los fuertes eran costosos y debían ser una carga permanente mientras que los pueblos, después de un período en que debían subsistir con arbitrio del ramo de guerra, podrían cumplir el mismo objetivo de aquellos, sin que fuera necesario mantener en los mismos compañías pagas”. Y más adelante dice: “Debía corresponder a Vértiz el dar principio a esos pueblos”.

Nacimiento de Salto.



El año 1752 marca un hito trascendente en los orígenes de la actual ciudad de Salto Argentino, enclavada en el noroeste bonaerense, desde que durante la gobernación de don José de Andonaegui para mejor proveer a la defensa de la frontera interior, casi totalmente desguarnecida, se instaló en sus tierras una de las tres compañías de soldados Blandengues de reciente creación. La conocida bajo la pomposa denominación de “La Invencible”.

El lugar donde se instaló, el 21 de junio de 1752, era de estrategia comprobada pues el paraje del Salto ya era conocido desde 1637 en que se otorgó merced de tierras a Marcos de Siquera. También en el mismo paraje se situó una guardia de avanzada de vigilancia ante los malones indios del 1737 que talaron las estancias dos veces y que hizo que en 1738 se construyera un fortín precario para resguardo del pago del Arrecifes.

Los piquetes de milicianos que eran vigías del desierto no mantenían orgánicamente sus relaciones con las compañías de las que dependían y ello facilitaba la deserción de sus componentes, incluso en masa. El plan de fortines que llevó a cabo el maestre de campo don Juan de San Martín en 1745 no dio resultado por la gratuidad predominante en la prestación del servicio “a ración y sin sueldo” y el sacrificio muchas veces inhumano que se exigía.

Ante nuevos malones que recrudecieron se decidió la creación de Compañías a sueldo. Y fue gracias al amparo que prestaron los soldados blandengues los que hicieron emerger en medio del desierto a un principio de población rural hacia 1755 y a un principio de pueblo estable como lo fue el Salto hacia 1780.

El acuerdo del cabildo de Buenos Aires del 17 de mayo de 1752 es de trascendencia pues quedó dispuesto que las compañías debían tener su centro de operaciones en un lugar fijo y “una se situará a las caveseras de El Río de los Arrecifes en el Paraje que llaman El Salto...”.

Se establece su principal función, destacar partidas para vigilar la frontera del peligro indígena y se designa para diputado de esta compañía a crearse a don Domingo González, verdadero propulsor de la citada compañía, de la erección del fuerte y su capilla y de la población, a quien el padre Guillermo Furlong le atribuyera ser el virtual fundador del Salto.

El “libro de filiazión...” existente en el Archivo General de la Nación ofrece la nómina de los componentes de “La Invencible”, 60 en total incluido su capitán Isidro Troncoso y Lira, todos los cuales sentaron plaza el 21 de junio de 1752 según reza dicho libro.

Poco después por iniciativa del capitán Bartolomé Gutiérrez de Paz llegan quince familias de blandengues.

Lo precedentemente expuesto es una síntesis de parte del trabajo que presenté en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos en el V Cónclave Regional de Historia de la Provincia de Buenos Aires en 26 de septiembre de 1987 y se encuentra en el archivo en el Museo Histórico Municipal de dicha ciudad.

El trabajo se basó en los principales y primeros autores que se ocuparon del tema como los grandes historiadores José Torre Revello, Roberto H. Marfany, Rómulo Carvia, Amilcar Razzori, AlfredoA. Irribarren, Ricardo Levene, Antonio Zinny, Juan José Cabodi y otros de autores locales como Fabián Beyes, Antonio A. Montes y Gumercindo Roldán y documentación del Archivo General de la Nación con algunos aportes propios.

Este es el origen del pueblo del Salto pues tras la llegada de los blandengues y al poco tiempo las familias de ellos se formó un “principio de población”, que se mantuvo en el tiempo hasta que nació el pueblo propiamente dicho.

En mi concepto esto es también su fundación tomando el término en su sentido etimológico aunque no cumpliere con las normas jurídicas de las leyes.




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CITAS:

1) Trascripción del Padre Guillermo Furlong Cardiff en "Entre los pampas de Buenos Aires".
2) Alfredo Canals "Algunos Aspectos sobre la fundación de Salto " en El Norte. Salto Argentino, del 24 de enero de 1972.
3) Enrique C. Virto "Salto y sus 250 años de Historia", semanario Reseña. Salto Argentino, del 2 de julio y 23 de julio de 1987.





 

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